No te olvidaré by Colleen Hoover

No te olvidaré by Colleen Hoover

autor:Colleen Hoover [Hoover, Colleen]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2022-06-18T00:00:00+00:00


* * *

Aaron sugiere que me tome un descanso cuando llevo unas tres horas trabajando y decido pasarlo sentada en las escaleras de la puerta del callejón. No sabía si me darían descanso. Ni siquiera sabía cuántas horas trabajaría hoy, por lo que cogí una bolsa de patatas y una botella de agua en el súper antes de venir hacia aquí.

En el callejón el ambiente es más tranquilo, pero sigo notando la vibración del bajo de la música. Mary Anne volvió a entrar en la cocina hace un rato para charlar y vio que me salían de las orejas trozos de papel higiénico que me había puesto para amortiguar la música mientras trabajaba. Le he mentido; le he dicho que era para evitar migrañas, pero la verdad es que odio casi toda la música.

Cada canción me recuerda a algún episodio negativo de mi vida, por eso prefiero no escuchar música. Me ha dicho que tiene unos auriculares que me puede dejar, que me los traerá mañana. De momento, la música es la única parte del trabajo que no me gusta.

Al menos la cárcel tenía algo bueno: casi nunca oía música.

Roman abre la puerta y parece sorprendido al verme sentada en los escalones, pero luego se dirige al otro lado del callejón y pone un cubo boca abajo. Se sienta y estira la pierna, haciendo presión sobre la rodilla.

—¿Qué tal la primera noche? —me pregunta.

—Bien. —He notado que Roman cojea al andar y ahora está estirando la pierna como si le doliera. No sé si se trata de una lesión reciente, pero, si así fuera, debería tomarse las cosas con más calma. Aunque es difícil. Es camarero, y los camareros nunca se sientan—. ¿Te has lesionado la pierna?

—Es una lesión antigua. Según el tiempo que hace, se queja más o menos. —Se recoge la pernera del pantalón, dejando a la vista una larga cicatriz que le recorre la rodilla.

—Auch. ¿Cómo te lo hiciste?

Roman se apoya en la pared de ladrillos antes de responder:

—Jugando al fútbol profesional.

—¿Tú también eras jugador profesional?

—Sí, pero jugaba en otro equipo, no en el de Ledger. Preferiría estar muerto que jugar para los Broncos. —Se señala la rodilla—. Esto me lo hice hace más de dos años; fue el fin de mi carrera profesional.

—Vaya. Lo siento.

—Gajes del oficio.

—¿Y cómo es que acabaste trabajando aquí con Ledger?

Él me dirige una mirada cautelosa.

—Podría preguntarte lo mismo.

Tiene razón. No sé hasta qué punto está informado, pero Ledger mencionó que Roman era el único que sabía quién era yo. Supongo que eso significa que lo sabe todo.

No quiero hablar de mí.

Por suerte, no tengo que hacerlo porque en ese preciso instante el callejón se ilumina con las luces de la camioneta de Ledger, que aparca en su lugar habitual. Por alguna razón, Roman elige este momento para escapar. Vuelve al bar y me deja aquí sola.

Me pongo tensa por la desaparición de Roman y el regreso de Ledger. Me da vergüenza que me encuentre sentada en los escalones. Por eso, en cuanto abre la puerta de la camioneta, le digo:

—He estado trabajando, lo juro.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.